Bobalicón, Francisco de Goya
“El problema de los estereotipos no es que sean falsos, es que son incompletos”
Chimamanda Adichie
Aunque el Sur ya existía en las cartas de los emigrantes, América era la del Norte. La casa Ford y los Haiga, el Star- System, la sonrisa de los Kennedy y los dólares. En las pelis, los vaqueros eran buenos y valientes, y los indios unos salvajes que cortaban cabelleras más malos que la quina y las madrastras de los cuentos. África era un negrito desnutrido de vientre hinchado y ojos inmensos, un paisaje de sabana con jirafas o un aborigen hunga- hunga con hueso en la nariz. Oriente aportaba el exotismo con turbantes y faquires, camellos y desiertos con oasis, geishas y flores de loto y tigres de Malasia con Sandokán. Los chinitos eran una hucha para el domund, usaban coletín, sombrero de paja y comían arroz. Las hindúes bailaban danzas del vientre, que también bailaban las moras, aunque los moros eran un extraño y perturbador colectivo que no se sabía muy bien dónde y cómo situarlos salvo en la época de la Reconquista. Europa era París de la Francia, la Corte de Inglaterra con Rolls, la Alemania de la línea blanca y la Volskwaguen, y la bota de Italia con Papa en el Vaticano y góndola veneciana. El resto, la emperatriz Sissí, el Vals del Danubio azul y una retahíla de nombres de países con capitales y accidentes geográficos en mapas mudos. Ah, me olvidaba de Oceanía en el Pacífico con canguros en Australia y Nueva Zelanda en las antípodas.
Con respecto a la piel de toro, la España en cuyo imperio nunca se ponía el sol, era la reserva espiritual de Occidente, una, grande y libre, y sólo existían un único dios verdadero y una única lengua (las demás eran dialectos con bata y zapatillas o zuecas y boina). Para los deseados turistas extranjeros Spanish is different, mar y sol, Ole y Olé, la Carmen de Bizet y Manuel Benítez El Cordobés. ¡Por Santiago y cierra España, qué tiempos aquellos en los que sólo había una verdad de la buena e iluminaban las cavernas interiores con un candil o una triste bombilla de cuarenta vatios!
Claro que, no sin esfuerzo, han cambiado los tiempos, y mucho. Ahora nos disparan con flashes y nos alumbran con luminarias de verbena intergaláctica, y así, cegatos, apampados y patidifusos, no distinguimos el grano del escobajo. Ahora, a golpe de mando y clicks cibernáuticos, tenemos menús variados, ensaladas de cuentos, revueltos de guerras, refritos de crisis, cocidos de políticos con salsa… Todo aderezado con mucho surrealismo, lenguas sarkozyanas, ojos cacodilatos, mierda enlatada del artista y batido por una túrmix y sin zaranda. Más que nunca estamos expuestos a la manipulación informativa, a visiones simplistas, reduccionistas e interesadas, a tópicos y estereotipos. Con todo, hay una diferencia sustancial entre el ayer y el hoy: ayer nos imponían la estupidez, hoy nos la promueven. Y algo de responsabilidad tendremos en el asunto aquí y ahora: cuestionar y contrastar, que o papel só terma do que lle poñen e o falar non ten cancelas.
Les dejo un enlace con la lista elaborada por el lingüista Noam Chomsky de "Diez estrategias de manipulación mediática". Los vídeos son de la nigeriana Chimamanda Adichie, una contadora de historias que, desde la experiencia y con humor, habla de El peligro de una sola historia. Cada uno de los vídeos dura unos diez minutos, tómense el tiempo. Y si ahora no es el momento, pueden recuncar.
Chimamanda Adichie
Aunque el Sur ya existía en las cartas de los emigrantes, América era la del Norte. La casa Ford y los Haiga, el Star- System, la sonrisa de los Kennedy y los dólares. En las pelis, los vaqueros eran buenos y valientes, y los indios unos salvajes que cortaban cabelleras más malos que la quina y las madrastras de los cuentos. África era un negrito desnutrido de vientre hinchado y ojos inmensos, un paisaje de sabana con jirafas o un aborigen hunga- hunga con hueso en la nariz. Oriente aportaba el exotismo con turbantes y faquires, camellos y desiertos con oasis, geishas y flores de loto y tigres de Malasia con Sandokán. Los chinitos eran una hucha para el domund, usaban coletín, sombrero de paja y comían arroz. Las hindúes bailaban danzas del vientre, que también bailaban las moras, aunque los moros eran un extraño y perturbador colectivo que no se sabía muy bien dónde y cómo situarlos salvo en la época de la Reconquista. Europa era París de la Francia, la Corte de Inglaterra con Rolls, la Alemania de la línea blanca y la Volskwaguen, y la bota de Italia con Papa en el Vaticano y góndola veneciana. El resto, la emperatriz Sissí, el Vals del Danubio azul y una retahíla de nombres de países con capitales y accidentes geográficos en mapas mudos. Ah, me olvidaba de Oceanía en el Pacífico con canguros en Australia y Nueva Zelanda en las antípodas.
Con respecto a la piel de toro, la España en cuyo imperio nunca se ponía el sol, era la reserva espiritual de Occidente, una, grande y libre, y sólo existían un único dios verdadero y una única lengua (las demás eran dialectos con bata y zapatillas o zuecas y boina). Para los deseados turistas extranjeros Spanish is different, mar y sol, Ole y Olé, la Carmen de Bizet y Manuel Benítez El Cordobés. ¡Por Santiago y cierra España, qué tiempos aquellos en los que sólo había una verdad de la buena e iluminaban las cavernas interiores con un candil o una triste bombilla de cuarenta vatios!
Claro que, no sin esfuerzo, han cambiado los tiempos, y mucho. Ahora nos disparan con flashes y nos alumbran con luminarias de verbena intergaláctica, y así, cegatos, apampados y patidifusos, no distinguimos el grano del escobajo. Ahora, a golpe de mando y clicks cibernáuticos, tenemos menús variados, ensaladas de cuentos, revueltos de guerras, refritos de crisis, cocidos de políticos con salsa… Todo aderezado con mucho surrealismo, lenguas sarkozyanas, ojos cacodilatos, mierda enlatada del artista y batido por una túrmix y sin zaranda. Más que nunca estamos expuestos a la manipulación informativa, a visiones simplistas, reduccionistas e interesadas, a tópicos y estereotipos. Con todo, hay una diferencia sustancial entre el ayer y el hoy: ayer nos imponían la estupidez, hoy nos la promueven. Y algo de responsabilidad tendremos en el asunto aquí y ahora: cuestionar y contrastar, que o papel só terma do que lle poñen e o falar non ten cancelas.
Les dejo un enlace con la lista elaborada por el lingüista Noam Chomsky de "Diez estrategias de manipulación mediática". Los vídeos son de la nigeriana Chimamanda Adichie, una contadora de historias que, desde la experiencia y con humor, habla de El peligro de una sola historia. Cada uno de los vídeos dura unos diez minutos, tómense el tiempo. Y si ahora no es el momento, pueden recuncar.
9 comentarios:
posiblemente tenga razón, son incompletos..
un apunte impresionante y un vídeo igualmente impresionante. te cito si no te importa. um bico :)
Algo no, toda la responsabilidad. Las fuerzas del sometimiento y las de la libertad luchan desde que los humanos dejamos de ser parte de ese mundo donde la naturaleza descarta aquello que no le sirve.
Superado ese inconveniente, el arte de usar el mundo y a los que lo habitan ha sido el único objetivo de nuestros memes. Creo que debemos proveerle de algo importante dado que el mundo no nos ha exterminado todavía.
Acertada disertación de Chimamanda Adichie y algo en lo que pensar muy seriamente.
Noam Chomsky pone el dedo en la llaga de nuestra ampulosa cultura.
He aprendido muchísimo Shandy, gracias.
Un abrazo
Es muy interesante tu reflexión.
Sólo he visto un vídeo, pero volveré mañana a ver el resto e informarme sobre esas diez estrategias para intentar defenderme de la manipulación.
Besos.
Incompletos los estereotipos e incompletos nosotros: influenciables, muy influenciables.
Mándanos la dirección de los vídeos completa. Se ve que Blogger los corta con el formato y, los que sólo sabemos castellano y algo de chapurreo en gallego tenemos dificultades.
Beixos sen cancelas.
'Recuperar de una suerte el Paraíso.
NKALI: 'Ser más grande que el otro'.' (Pude ver ya los dos vídeos buscándolos.)
El problema es cómo completa lagente normal al estereotipo. Mucha inquietud y tiempo se tiene que tener.
En mi viaje a Tenerife me dijo un agricultor que presentaré en el cuaderno que si allí en Castilla no hacía mucho frío y que cómo lo soportábamos. ya ves, Shandy, de golpe asumí que procedía de Siberia.
Besos.
Nunca me ha gustado Noam Chomsky, y eso que una amiga, de la que todos estábamos muy enamorados, tenía una hermana que trabajó durante años para él. Noam, así lo llamaba ella, en un alarde de familiaridad que nos llenaba a los impotentes y frustrados novios de envidia insana, sospecho que lo hacía a propósito.
Tampoco me gustó Kennedy cuando supe que fue uno de los muchos amantes de mi muy querida Monroe, siempre la llamé así, por su apellido falso, en un alarde de respeto que pretendía llenar a mis amigos de confusión y envidia tan insana como la anterior al hacerles creer que mi tratamiento hacia esa maravilla de la naturaleza no era impostado. Y no lo era.
En cambio, de Onasis me gustaba su poca estatura y que llegara a casarse con la Jacqueline simplemente porque tenía dinero. El dinero es bueno, se puede contar, aunque, al igual que las amantes, cuando se tiene mucho se descuenta uno.
Burt, el Lancaster, también estuvo estupendo en su papel de apache, dándole al indio una dignidad que nunca dejó de tener, ni en las películas de Hollywood, aunque no tuviera un centavo que contar.
De España no sé qué decirte, es un mundo que me cansa y me hastía.
Ja farta un xic o un molt tant parlar per no res, tant és, tant se val, que facin el que vulguin amb la seva Espanya. Jo ja sé el que és extingir-se com una balena, així que fer-ho per segona vegada no em serà gaire difícil ni estrany.
De la Xina tampoc sé que dir-te, ni de l’Àfrica ni de l’Asia ni de l’Antàrtida, ni del Domunt ni de la ONU. És cert, però, com bé dius, que abans ens imposaven la estupidesa, i ara, en canvi, ens la promouen, però mai com en el present hem tingut tanta informació contrastada, qui no la té és perquè no vol o no en sap.
Salutacions i moltes gràcies.
Me ha impresionado esta chica. Y tú siempre, lo sabes. Una gozada venir a verte, leerte, disfrutarte.
La Tierra no acaba de cansarse de nosotros...¿o tal vez sí?
Un abrazo
Vengo detrás de Clídice, que siempre nos guia por buenos caminos. Gracias por tu apunte y por tus videos, me ha encantado conocer a Chimamanda Adichie.
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