"Extraio bloques lingüísticos do caos, da escuridade, da nada, do inconsciente máis absoluto… Teño a sensación de estar nun corpo de significados que apenas sei traducir."
Alfonso Pexegueiro
Seraogna
Fue en una de esas gratas conversaciones que manteníamos hasta altas horas de la madrugada: ¿Conoces Seraogna?, me preguntó. Tenía la palabra un no se qué de mundo mítico, de tierra lejana, de país exótico y legendario: Se-ra-og-na, nombre propio que da título a un universo poético que se mide entre el compromiso social y la necesidad de subversión del lenguaje. Porque Seraogna es la geografía subvertida que remite al topónimo Angoares, la aldea en la que nació el poeta Alfonso Pexegueiro (Pontevedra, 1948). En la deconstrucción de ese nombre ya se anuncia un afán renovador, de juego con la palabra y de estética nueva aunque sin perder el cordón umbilical: “ El hombre tiene que saber volver al futuro de su pasado”. El poemario, que aparece en 1976, inicia una ruptura con la estética del social realismo que prevaleció en la poesía gallega durante los últimos años de la dictadura franquista.
De él, les dejo un poema: A Muller de Seraogna. Retrato lírico, sensual y naturalista que desborda un intenso erotismo y en el que se establece una analogía entre la Mujer y la Tierra. La mujer de Seraogna es símbolo y metáfora, una mujer-tierra ancestral que se pierde en el tiempo, en el río de la vida de un pasado-presente. Mujer de Xiz/tiza, que se traza y se describe unida al duro trabajo campesino, pero también al poderoso eros que desprende lo telúrico, la fuerza primigenia del paisaje y del campo gallego. En la mirada del poeta la mujer se entraña, se funde con la tierra, sexo y semilla, y se entrega a aquella con la misma fuerza que al amor, desnuda, abiertos sus brazos, sus carnes y su sexo. Por eso tiene la fragancia y la humedad de las hierbas, anis y limón, y sabe a jugosas frutas y a dulce de leche sus labios, aunque hayan sido abrasados por el sol. El poema es un doble latido, un homenaje a la mujer labriega y a la tierra. Pero también una acusación, porque ambas dan vida y sufren en silencio la ignominia de aquellos que las ignoran, que las hieren, que las explotan. Esa denuncia queda recogida por el poeta en una sola palabra, un grito de rabia: ¡Cobardes!
Déjense llevar, piérdanse en la geografía de la Mujer-Tierra, aspiren los aromas y prueben un bocadito de Seraogna.
Fue en una de esas gratas conversaciones que manteníamos hasta altas horas de la madrugada: ¿Conoces Seraogna?, me preguntó. Tenía la palabra un no se qué de mundo mítico, de tierra lejana, de país exótico y legendario: Se-ra-og-na, nombre propio que da título a un universo poético que se mide entre el compromiso social y la necesidad de subversión del lenguaje. Porque Seraogna es la geografía subvertida que remite al topónimo Angoares, la aldea en la que nació el poeta Alfonso Pexegueiro (Pontevedra, 1948). En la deconstrucción de ese nombre ya se anuncia un afán renovador, de juego con la palabra y de estética nueva aunque sin perder el cordón umbilical: “ El hombre tiene que saber volver al futuro de su pasado”. El poemario, que aparece en 1976, inicia una ruptura con la estética del social realismo que prevaleció en la poesía gallega durante los últimos años de la dictadura franquista.
De él, les dejo un poema: A Muller de Seraogna. Retrato lírico, sensual y naturalista que desborda un intenso erotismo y en el que se establece una analogía entre la Mujer y la Tierra. La mujer de Seraogna es símbolo y metáfora, una mujer-tierra ancestral que se pierde en el tiempo, en el río de la vida de un pasado-presente. Mujer de Xiz/tiza, que se traza y se describe unida al duro trabajo campesino, pero también al poderoso eros que desprende lo telúrico, la fuerza primigenia del paisaje y del campo gallego. En la mirada del poeta la mujer se entraña, se funde con la tierra, sexo y semilla, y se entrega a aquella con la misma fuerza que al amor, desnuda, abiertos sus brazos, sus carnes y su sexo. Por eso tiene la fragancia y la humedad de las hierbas, anis y limón, y sabe a jugosas frutas y a dulce de leche sus labios, aunque hayan sido abrasados por el sol. El poema es un doble latido, un homenaje a la mujer labriega y a la tierra. Pero también una acusación, porque ambas dan vida y sufren en silencio la ignominia de aquellos que las ignoran, que las hieren, que las explotan. Esa denuncia queda recogida por el poeta en una sola palabra, un grito de rabia: ¡Cobardes!
Déjense llevar, piérdanse en la geografía de la Mujer-Tierra, aspiren los aromas y prueben un bocadito de Seraogna.
Habrá más versos del poeta.
Renxe o mastro da noite, no tempo,
e na ribeira do silencio dorme afanosa
a muller de Seraogna. Espiga de luz,
a muller de xiz, introdúcese núa
na terra que traballa, abertos os seus seios e o seu sexo.
Cheira a silva e confúndese co gran
a muller de Seraogna. Saben a vaca os seus dedos
e a leite os seus beizos que o sol mata no centro da eira.
Sabe a tempo, a vida, a río e a soño
a muller que non sabe de contas,
que se perde na praza regateando dúas pesetas e o peso.
Sabe a sol, a uva, a resina recenden
os seus peitos cando anceiosa e cansa me ofrece o seu corpo.
Salvaxe, hierática, muller de herbaluísa,
de fiuncho e de fresa. Que ben me sabes
cando te bico confundido coa túa carne, no chan, no leito.
Humedécente os sabios e os reis ó mollaren
na súa saliva a túa esperanza -¡covardes!-
E só o home que te bebe coñece a túa tristura.
Só el sabe a color das túas pernas
e o cheiro a terra que delas se desprende, muller
de saudade
que con zocas e sen lúa pretendes cruza-la noite.
(De Seraogna)
Cruje el mástil de la noche, en el tiempo,
y en la orilla del silencio duerme afanosa
la mujer de Seraogna. Espiga de luz,
la mujer de tiza, se introduce desnuda
en la tierra que trabaja, abiertos sus senos y su sexo.
Huele a zarza y se confunde con el grano
la mujer de Seraogna. Saben a vaca sus dedos
y a leche sus labios que el sol mata en el centro de la era.
Sabe a tiempo, a vida, a río y a sueño
la mujer que no sabe de cuentas,
que se pierde en la plaza regateando dos pesetas y el peso.
Sabe a sol, a uva, a resina huelen
sus pechos cuando anhelante y cansada me ofrece su cuerpo.
Salvaje, hierática, mujer de hierba luisa,
de hinojo y de fresa. Qué bien me sabes
cuando te beso confundido con tu carne, en el suelo, en el lecho.
Te humedecen los sabios y los reyes al mojar
en su saliva tu esperanza -¡cobardes!-
Y sólo el hombre que te bebe conoce tu tristeza.
Sólo él sabe del color de tus piernas
y el olor a tierra que de ellas se desprende, mujer
de saudade*
que con zuecas y sin luna pretendes cruzar la noche.
*Saudade: añoranza. Memoria nostálgica por alguna persona o cosa distante o extinta, acompañada del deseo de volver a verlas o poseerlas.
Mulleres, Luis Seoane
13 comentarios:
Quedé hipnotizada, creo que debo masticarlo con calma. Gracias :)
Clidice,una alegría el hipnotismo que el poema te provoca.
Pexegueiro vivió varios años en Barcelona. Si te gusta su poesía puedes leerlo en catalán. Hay una edición bilingüe catalán-galego de
"A illa das mulleres loucas" editado por Llibres del Mall,1984. También está traducido al castellano, "El lago de las garzas azules",edit. Lumen, Barcelona 1994.Te lo recomiendo.
Espero que Celso Emilio haya llegado ya a su destino.
Un peto
pues lo buscaré, sin dudarlo :) pues no, Celso Emilio no llegó, hace dias que salió?
Un petó :)
Shandy, ¡qué hermosura de poetas nos muestras!
Esta mujer que saca su epidermis a la par que la tierra, que late con la mañana y el ocaso, entre hierbas silvestres y ríos y sueños...
Precioso.
'Espiga de luz,
la mujer de tiza, se introduce desnuda
en la tierra que trabaja, abiertos sus senos y su sexo.'
Qué te digo de estos versos. Me hablas de tizo y yo de encerado, de el lugar en el que escribíamos en la escuela. Ahora se llama pizarra. Me gusta menos (O Caurel). Pero es que trabajar la tierra puede que en muchas épocas haya sido sombra. Siempre será sombra si hay explotación y miseria, si no la tierra es luz y trabajarla es escribir sobre ella. O reescribir en muchos casos.
A muller de xiz.
Estoy disfrutando mucho esta serie de Poetas que publicas en las últimas entradas.
Gracias por permitirme descubrir unos textos y autores magníficos. El poema que has traído hasta aquí en esta ocasión es una verdadera joya. Me gusta especialmente esa identificación de la mujer con la tierra (a través de imágenes cargadas de una fuerza que parece incontestable), y que incluso podría ser a la inversa: la tierra personificada en mujer. Este doble juego creo que aún le da más riqueza al poema.
besos
chegou o paquete, mañá dígoche algo (espero no haber dicho muchas burradas :P en todo caso culpa de Lucy Software)
Clidice, menos mal que la pluma de Celso Emilio fue avispada. Seguro que él le borro el rabillo al 9 y lo reconvirtió en un 0. Estos poetas...
Escolti, noia,tu has recibit un curso acelerado de galego? Nin un erro.
Dos Petós (con tilde).
Virgi, si es que los hay muy buenos!
Gracias por leer y saber apreciar.
Tempero,
"Muller de Xiz", me parece una imagen ziz-zagueante, muy visual y que enlaza muy bien con "Espiga de luz".
"Xiz" se podría traducir por "barro" o "arcilla", pero a mí me gusta pensar que el poeta la dibujo, la trazo con "Xiz" (palabra espigada y luminosa).
Ahora la pizarra es digital. La de O Caurel no acaba en las aulas...
Y sobre escribir y la tierra: O escritor y o labrador saben que no paraíso haberá que traballar... O silencio da terra, o papel en blanco...
Raindrop,
yo tambien pienso que tiene esa doble lectura, que el poeta habla de ambas a la vez, que se confunden y se funden en su mirada. En las imagenes y metáforas se mezclan las dos, femineidad, fertilidad. Es el cuerpo de la mujer, pero también el de la tierra el que se ofrece y se abre, Chan e leito/ Suelo y lecho. Ambas saben a tiempo y a vida y es el hombre que las conoce bien,que las siente, que las toca, que las palpa con sus manos, el que sabe de su tristeza, de sus heridas.
Son versos con mucha fuerza. Pexegueiro es un poeta que crea imagenes poéticas muy intensas. lO verás en otros poemas que dejaré.
Gracias a ti.
Besos desde la tierra
Ohhh, qué placer de poeta, estoy definitivamente loca por él.
Tanta sensualidad ...en toda la extensión de la palabra.
Se agradece mucho.
Carmen, hay ediciones bilingües, si no manejas bien la lengua gallega:"A illa das mulleres loucas" ( bilingüe castelán galego) Edic. Llibres del Mall, Barcelona 1986.
En catellano: "El lago de las garzas azules", edit. Lumen, Barcelona, 1994.
Mi intención es proselitista, sin duda. Así que es una alegría esa lúcida locura por este poeta.
Besos
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