PERSONAJES
HOMBRE 1
HOMBRE 2
Un banco sobre el escenario. Mediodía. Luce el sol
El Hombre 1 está sentado en el banco. Mira fijamente al público. Entra el Hombre 2
HOMBRE 2
Disculpe, ¿le importaría que me sentase?
El Hombre 1 se levanta sin responder y mira al otro de arriba abajo. Da una vuelta alrededor del Hombre 2 y lo observa con mucha atención. De pronto se detiene y apunta con el dedo índice a la cabeza del Hombre 2
HOMBRE 1
Con tono autoritario
Quítese eso.
HOMBRE 2
¿Esto? Señala, sorprendido, el sombrero
HOMBRE 1
Si, eso.
El Hombre 2, extrañado, quita el sombrero y mira al Hombre 1
HOMBRE 1
Y eso también. Señala las gafas
HOMBRE 2
Se dispone a obedecer, pero se detiene.
Oiga, mire, podría explicarme por qué…
HOMBRE 1
No me interrumpa y obedezca, señor mío. Aquí quién hace las preguntas soy yo. Quítese esa extraña estructura metálica que oculta sus ojos. Me impide reconocerlo
HOMBRE 2
¿Reconocerme?... Este tipo esta de guasa. Se coloca el sombrero enfadado. Mire, haga el favor y déjese de bromas. Estoy cansado y lo único que quiero es sentarme en ese banco.
HOMBRE 1
Ah, ya, sentarse en ese banco. Eso es lo que usted quiere, ¿no?
HOMBRE 2
Eso mismo, sí señor. Eso es lo que quiero. Veo que empezamos a entendernos.
HOMBRE 1
Je, je,je. Veo que es usted un perfecto estúpido. ¡Ese banco!,¡ese banco!...
¡Identifíquese!
HOMBRE 2
Oh, por favor, no se alborote, no grite. Yo soy el Hombre 2.
Le tiende la mano.
¿Y usted quién es?
HOMBRE 1
Le repito que aquí quien hace las preguntas soy yo. A ver, si no me equivoco, usted viene de por allá…
Señala el lado del escenario por donde entró el Hombre 2
HOMBRE 2
Pues sí, de por allá.
HOMBRE 1
Pasaporte, documentación, permiso de residencia, permiso de trabajo, dirección de correo electrónico, DNI, NIF, IVA, IRPF…
HOMBRE 2
¡Qué me parta un rayo! ¡Virgen Santísima!, ¡este tipo está chiflado! Ande, ande, apártese hombre de dios.
HOMBRE 1
He-he-he , Stop, Stop. Ni un paso más. Vamos a ver: usted oculta su cabeza con ese… ese ridículo chindogu…
HOMBRE 2
“¿Chindogu?”... Pero si esto es un…
HOMBRE 1
Limítese a contestar “Sí” o “No” a lo que le pregunto. ¿Oculta la cabeza?
HOMBRE 2
Este hombre esta agotando mi paciencia. ¡No!
HOMBRE 1
¿Niega la evidencia?
HOMBRE 2
No oculto mi cabeza, sólo la protejo.
HOMBRE 1
Bien, la protege. Y usted lleva una extraña estructura metálica sobre la nariz.
HOMBRE 2
Con tono resignado y cansino
Síii.
HOMBRE 1
¿Y usted viene de por allá?
HOMBRE 2
Síii.
HOMBRE 1
Y usted… ¿no vio un trazo en el suelo?
HOMBRE 2
¿Un trazo?, ¿qué trazo?... ¡Pero que carajo!…Mire, escuche hombre… si yo sólo quiero sentarme en el banco
HOMBRE 1
Ni una palabra más. Limítese a contestar. ¿Vio un trazo en el suelo?
HOMBRE 2
¡No!
HOMBRE 1
¿Y un círculo rojo con un rectangulito blanco?
HOMBRE 2
¡No!
HOMBRE 1
¿Tiene usted pasaporte, permiso de residencia, permiso de…
HOMBRE 2
¡No! No! ¡¡NO!!
HOMBRE 1
HOMBRE 2
Un banco sobre el escenario. Mediodía. Luce el sol
El Hombre 1 está sentado en el banco. Mira fijamente al público. Entra el Hombre 2
HOMBRE 2
Disculpe, ¿le importaría que me sentase?
El Hombre 1 se levanta sin responder y mira al otro de arriba abajo. Da una vuelta alrededor del Hombre 2 y lo observa con mucha atención. De pronto se detiene y apunta con el dedo índice a la cabeza del Hombre 2
HOMBRE 1
Con tono autoritario
Quítese eso.
HOMBRE 2
¿Esto? Señala, sorprendido, el sombrero
HOMBRE 1
Si, eso.
El Hombre 2, extrañado, quita el sombrero y mira al Hombre 1
HOMBRE 1
Y eso también. Señala las gafas
HOMBRE 2
Se dispone a obedecer, pero se detiene.
Oiga, mire, podría explicarme por qué…
HOMBRE 1
No me interrumpa y obedezca, señor mío. Aquí quién hace las preguntas soy yo. Quítese esa extraña estructura metálica que oculta sus ojos. Me impide reconocerlo
HOMBRE 2
¿Reconocerme?... Este tipo esta de guasa. Se coloca el sombrero enfadado. Mire, haga el favor y déjese de bromas. Estoy cansado y lo único que quiero es sentarme en ese banco.
HOMBRE 1
Ah, ya, sentarse en ese banco. Eso es lo que usted quiere, ¿no?
HOMBRE 2
Eso mismo, sí señor. Eso es lo que quiero. Veo que empezamos a entendernos.
HOMBRE 1
Je, je,je. Veo que es usted un perfecto estúpido. ¡Ese banco!,¡ese banco!...
¡Identifíquese!
HOMBRE 2
Oh, por favor, no se alborote, no grite. Yo soy el Hombre 2.
Le tiende la mano.
¿Y usted quién es?
HOMBRE 1
Le repito que aquí quien hace las preguntas soy yo. A ver, si no me equivoco, usted viene de por allá…
Señala el lado del escenario por donde entró el Hombre 2
HOMBRE 2
Pues sí, de por allá.
HOMBRE 1
Pasaporte, documentación, permiso de residencia, permiso de trabajo, dirección de correo electrónico, DNI, NIF, IVA, IRPF…
HOMBRE 2
¡Qué me parta un rayo! ¡Virgen Santísima!, ¡este tipo está chiflado! Ande, ande, apártese hombre de dios.
HOMBRE 1
He-he-he , Stop, Stop. Ni un paso más. Vamos a ver: usted oculta su cabeza con ese… ese ridículo chindogu…
HOMBRE 2
“¿Chindogu?”... Pero si esto es un…
HOMBRE 1
Limítese a contestar “Sí” o “No” a lo que le pregunto. ¿Oculta la cabeza?
HOMBRE 2
Este hombre esta agotando mi paciencia. ¡No!
HOMBRE 1
¿Niega la evidencia?
HOMBRE 2
No oculto mi cabeza, sólo la protejo.
HOMBRE 1
Bien, la protege. Y usted lleva una extraña estructura metálica sobre la nariz.
HOMBRE 2
Con tono resignado y cansino
Síii.
HOMBRE 1
¿Y usted viene de por allá?
HOMBRE 2
Síii.
HOMBRE 1
Y usted… ¿no vio un trazo en el suelo?
HOMBRE 2
¿Un trazo?, ¿qué trazo?... ¡Pero que carajo!…Mire, escuche hombre… si yo sólo quiero sentarme en el banco
HOMBRE 1
Ni una palabra más. Limítese a contestar. ¿Vio un trazo en el suelo?
HOMBRE 2
¡No!
HOMBRE 1
¿Y un círculo rojo con un rectangulito blanco?
HOMBRE 2
¡No!
HOMBRE 1
¿Tiene usted pasaporte, permiso de residencia, permiso de…
HOMBRE 2
¡No! No! ¡¡NO!!
Silencio
HOMBRE 1
Usted es un extraño ser.
Breve pausa antes de añadir con tono sentencioso:
Usted, no puede sentarse en ese banco.
HOMBRE 2
¡Basta, basta ya! ¡Apártese, quíteseme de delante! Me voy a sentar en ese banco con su permiso o sin él.
HOMBRE 1
No. No lo hará.
HOMBRE 2
¡A la mierda! ¡Váyase al infierno, loco chiflado! Empuja al Hombre 1 y dándole la espalda se dirige al banco.
HOMBRE 1
¡Al infierno usted!, ¡bastardo! Saca una pistola y dispara por la espalda al Hombre 2 que cae al suelo.
El Hombre 1 comprueba que el Hombre 2 está muerto. Da la vuelta al cadáver. Le quita el sombrero y las gafas. Se prueba el sombrero y mira al sol. Se lo ajusta. Se prueba las gafas, mira al público y a un lado y otro del escenario. Se quita las gafas, las tira al suelo y las pisa. Se sienta en el banco en la misma posición que al principio de la historia y mira al público fijamente.
HOMBRE 1
Usted es un extraño ser.
Breve pausa antes de añadir con tono sentencioso:
Usted, no puede sentarse en ese banco.
HOMBRE 2
¡Basta, basta ya! ¡Apártese, quíteseme de delante! Me voy a sentar en ese banco con su permiso o sin él.
HOMBRE 1
No. No lo hará.
HOMBRE 2
¡A la mierda! ¡Váyase al infierno, loco chiflado! Empuja al Hombre 1 y dándole la espalda se dirige al banco.
HOMBRE 1
¡Al infierno usted!, ¡bastardo! Saca una pistola y dispara por la espalda al Hombre 2 que cae al suelo.
El Hombre 1 comprueba que el Hombre 2 está muerto. Da la vuelta al cadáver. Le quita el sombrero y las gafas. Se prueba el sombrero y mira al sol. Se lo ajusta. Se prueba las gafas, mira al público y a un lado y otro del escenario. Se quita las gafas, las tira al suelo y las pisa. Se sienta en el banco en la misma posición que al principio de la historia y mira al público fijamente.
3 comentarios:
Arrabaliano, sin duda. Los bancos siempre son de alguien en exclusiva.
Bicos!
¡¡¡¡Qué bueno!!!!
http://tempero-koroneiki.blogspot.com/2008/12/partida.html
Te cambio tu banco por mi partida. Pero por un rato.
Publicar un comentario