3 de enero de 2011

Las Hembras del Cimarrón

Medias rojas, Miguel G. Díaz

Todos mis caminos están marcados, tengo que dar un golpe de timón, matar esta vida para vivir otra: con esta declaración de intenciones se inicia la novela Las Hembras del cimarrón. El protagonista, desencantado de un matrimonio sin amor y aburrido de una vida convencional, opta por huir de lo que percibe como un fracaso existencial e inicia un errático viaje en búsqueda de prometedores naufragios que lo llevarán de amante en amante. Libre de compromisos y normas sociales, se convierte en un cimarrón, animal huido, solitario y salvaje, sin código, ni tribu, ni proyecto. A partir de aquí, el lector asume que no hay límites en el contar de estas heterodoxas memorias, diecisiete narraciones "pornoeróticas" vinculadas por la voz de su protagonista y autor – narrador, Marco Lúbrico.

El protagonista se entrega al disfrute de placeres puntuales —follar, beber, comer—, y en un afán liberador de deconstruir lo que le anula como individuo, conculcará todos los valores morales y códigos sociales establecidos. Incluso, desde una óptica misógina y machista, desgrana prejuicios y tópicas construcciones sociales sobre lo femenino, lo que no deja de ser una provocación a las tesis feministas y una transgresión más de lo que hoy entendemos por pensamiento correcto. Conviene saber que estamos ante la mirada asumida de un cínico, actitud que le permite contar sin ningún tipo de pudor y desvelar perversiones y ocultos deseos del ser humano: «Dad una mascara al hombre y os dirá la verdad» (O. Wilde).
El lector se deja llevar por el atractivo contar de lo prohibido y por el etéreo vivir de un seductor seducido a su vez por mujeres que se muestran libres para elegir al hombre, de puertas abiertas al placer y dueñas de su cuerpo, a pesar de arrastrar —según la paradójica mirada de Marco Lúbrico— el peso de los valores más rancios y conservadores. El encanto de las narraciones reside precisamente en un oscuro placer de situarse al límite, en la levedad de las historias amorosas, en el rápido fluir narrativo y en un lenguaje directo que alterna diferentes registros con un tono lúdico y canalla que despierta el morbo y sacude en ocasiones la libido del lector.
Carmín, Miguel G. Díaz

Sin embargo, más allá del yacer y del placer y de la actitud iconoclasta y frívola del protagonista, se advierten las sombras, el miedo a la soledad y el desencanto que provoca la pólvora consumida de relaciones fugaces y superficiales. Como él mismo autor reconoce, la carne saciada es triste. Tras el continuo fornicar del cimarrón y sus hembras, hay una desesperada huida de la náusea que provoca la frágil existencia del ser humano, una lucha contra el paso del tiempo y una búsqueda del amor que les salve del vacío y de la nada. Todos los personajes de la novela se nos revelarán como seres solitarios y vulnerables que rezuman melancolía e inspiran cierta ternura, hombres y mujeres que no ignoran que El amor sí es importante… El sexo, un sustituto aceptable que sirve para desintoxicarnos de los amores verdaderos .


Las hembras del cimarrón, Marco Lúbrico. Edit. Pez de plata

En la Revista digital Pez de plata pueden leer una entrevista con Marco Lúbrico, comentarios sobre la novela y otros contenidos literarios. Les invito también a curiosear en el blog del pintor asturiano Miguel G. Díaz, autor de las ilustraciones que aparecen en esta entrada y que se incluyen en la novela. ( Pinchen en los enlaces)

11 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

buena sinópsis ¡¡¡

El peletero dijo...

De pequeñito llegué a fumar casi tres cajetillas diarias de Ducados, pero conseguí, al primer intento, dejar el tabaco, me subía por las paredes pero lo logré, dicen que cambié de carácter. Creo que dejar de fumar es la única cosa de la que me siento realmente orgulloso y satisfecho en esta vida.

Es difícil hablar de sexo en un mundo hedonista y vacío como el nuestro en el que la virtud individual y social, el modelo a seguir, se encuentra en el deseo satisfecho.

En catalán existe la expresión “estar-se’n” de difícil traducción castellana pero que se asemejaría a privarse o abstenerse de algo.

Parafraseando a mi admirado Antoni Puigverd ¿qué haríamos si fuéramos ricos?, ¿beber champán cada día?


Saludos.

Shandy dijo...

Miquel, lo mismo digo de tu comentario ¡!
Gracias

Shandy dijo...

Pero Peletero, ¿60 cigarrillos?
Tú de pequeñito tenías que ser muy grande para que te cupiese tanto humo! Buen "encajetamiento" que tenías, pero mejor y más admirable el desencaje... ¡Qué habanos le echaste!

“Hay más ganas de amar que amor”, estas palabras son tuyas. Y también hay mucha soledad:“Los dos nos sabemos solos, vacíos, en uno de esos momentos que te pones a llorar o te emborrachas o te hartas de follar con cualquiera que pase” (Marco Lúbrico, Las hembras del cimarrón). Y como dice Julia Olivares, la autora del prólogo, “Follar también consuela de la filosofía, de la náusea o del aburrimiento. Lo que ocurre -siguiendo a Bataille- es que este movimiento del amor (sexo)llevado al extremo, es un movimiento de muerte”.

Ella
-Y si fuese rica, ¿me querrías más?
ÉL
-No tendría por qué quererte menos
(Castelao)

Si yo fuera rica querría comprar lo mismo que Osías (menos “todo lo que guardan los espejos”). Te dejo esta dirección para que escuches La marcha de Osías, de la argentina María Elena Walsh:

http://www.goear.com/listen/7ea8dcb/marche-de-osias-maria-elena-walsh

Pez de Plata dijo...

Gracias, Shandy, por esta reflexión tan atinada.

Estamos en contacto,

O Pez de Plata.

Shandy dijo...

Pez de plata, gracias por asomarte. Seguimos en contacto.

Alfredo J Ramos dijo...

De tu interesante reseña me quedo con lo del «tono lúdico y canalla que despierta el morbo y sacude en ocasiones la libido del lector», como argumento de peso para estar atento y echarle el guante a este Cimarrón a poco que se ponga a tiro.

Qué cosas, entre azarosas y casucausales, tiene la Red, Shandy: leí el otro día esta entrada, sin posibilidad de comentar, y hoy al volver advierto que le recomiendas al Peletero una canción de María Elena Walsh que en horas recientes se ha convertido en póstuma.

Un biquiño, amiga (y me uno al brindis que culmina de forma tan alegre como atractiva tu anterior post).

gaia07 dijo...

Soy de las que piensan que el sexo solo es una necesidad, como el comer y el beber. Y ese solo, es mucho. El displacer que provoca el exceso es el mal, en el amor, en el sexo, en comer y en beber.

No hemos aprendido que existen límites para todo y el rebasarlos genera insatisfacción.
No hemos aprendido que la compasión y compresión para quienes aman con locura, el ignorar la bulimia, la anorexia o el alcoholismo, el satanizar y desprestigiar el sexo, no son más que las claves para perdernos en ese vacío, cuando la simple naturalización de cualquiera de ellos, amar, comer, beber, practicar sexo, como algo necesario y vital, podría llevarnos a apasionarnos por la vida y no por sus privilegios.

Soñar también es privilegio de todos, y también tiene sus límites (me reconvino).
Interesante lectura que anoto, y las ilustraciones, fabulosas.

Un abrazo

Shandy dijo...

Alfredo, puedes leer o descargar los dos primeros capítulos de la novela en la Revista Digital Pez de Plata:
http://www.pezdeplata.com/archivos_primeros_capitulos/Las_hembras_del_cimarron.pdf
Gracias a ti me entero del reciente fallecimiento de Mª Elena Walsh. Leí en El País el reportaje póstumo que se le dedica. Nos quedan sus cuentos, sus canciones, su voz, su inteligente universo creativo para niños y mayores.
Un abrazo y un par de beixos

Shandy dijo...

Gaia, coincido contigo. El sexo es ,además de un placer,una necesidad (asegura la supervivencia de la especie), y que el displacer que provoca cualquier tipo de exceso es el mal y conduce a la autodestrucción. El nombre de mi Blog está relacionado con una novela gallega,“A Esmorga” (La Parranda) de Eduardo Blanco Amor, donde se muestra la autodestrucción de tres personajes marginales y marginados que se entregan sin límite a sus deseos y pasiones para huir de la adversa y hostil realidad en la que viven. Te dejo esta dirección por si quieres leer algo más sobre A Esmorga. Es una de mis primeras entradas.
http://sinpermisodetucaranilicenciadeustedes.blogspot.com/2008/12/esmorga-la-parranda.html

Un abrazo y gracias por estas buenas reflexiones.

virgi dijo...

Me he pegado todos los links que señalas. Y ya lo tengo en la lista, tiene una pinta de lo más atrayente.
Y las imágenes, súper!
Un aprendizaje cautivador, querida Shandy. El que nos proporcionas, digo.
Un abrazo.