
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
Soneto de la guirnalda de rosas
F. García Lorca.
Por mirar as cerdeiras como botan flor
Amigo, namorada vou.
Amigo, namorada vou.
Cantiga nova que se chama riveira, A. Cunqueiro
El color verde del reino vegetal ha sido siempre asociado a la fecundidad y a la vida que se regenera cíclicamente, y por tanto a la inmortalidad. Las coronas y guirnaldas fueron atributos de ciertos dioses de la antigüedad (el laurel de Apolo, el olivo de Minerva o el mirto de Venus), y la posesión de ellas se asimilaba a la divinidad, a la superioridad y al poder. El intercambio de plantas, ramos y flores ha sido y es en la vida cotidiana una expresión de amor o una invitación a amar, e incluso la forma de algunas plantas y flores sugieren una imagen bella y sublimada de la sexualidad. Por todo ello , desde tiempos remotos, flores y elementos vegetales han acompañado el misterioso juego de contrarios que conforma nuestra existencia -Amor/ Muerte, Felicidad/Dolor, Eros/ Tanatos-, y han estado presentes en las ceremonias del triunfo, en los ritos amorosos y en los que acompañan a la muerte.
Una vez hecha esta introducción, decirte a ti, lector, que en esta entrada de hoy, los verdes y las flores a los que hago referencia y las imágenes que aquí se muestran no destilarán fuerzas tanáticas, y que más que divinidad o poder, quiero que destilen y despierten sensualidad y Eros, no sólo como fuerza del amor erótico sino también como fuerza para el impulso creativo.
Les invito primero a mirar este cuadro.
Les invito primero a mirar este cuadro.

Lo reconocen, claro. Es El gran masturbador, ese autorretrato de Dalí cabeza abajo - su narizota tocando tierra es inconfundible - que además retrata sus obsesiones sexuales. Que por qué lo traigo aquí… Bien, antes de responder, lanzo, como buena gallega pecadora que incurre en el tópico, otra pregunta:
¿Qué te sugiere, lector, el nombre de “Calvin Klein”?... mmm ¿Una prestigiosa marca de ropa interior?
Pues ahora lee este poema de Ana Rossetti:
Calvin Klein, underdrawers
Fuera yo como nevada arena
¿Qué te sugiere, lector, el nombre de “Calvin Klein”?... mmm ¿Una prestigiosa marca de ropa interior?
Pues ahora lee este poema de Ana Rossetti:
Calvin Klein, underdrawers
Fuera yo como nevada arena
alrededor de un lirio,
hoja de acanto, de tu vientre horma,
o flor de algodonero que en su nube ocultara
el más severo mármol Travertino.
Suave estuche de tela, moldura de caricias,
fuera yo, y en tu joven turgencia
me tensara.
Fuera yo tu cintura,
fuera el abismo oscuro de tus ingles,
redondos capiteles para tus muslos fuera.
Fuera yo, Calvin Klein. (1)
C. K. “bajo pantalones”, lirio, hoja de acanto, flor de algodonero… Qué atrevida, refinada, transgresora y sutil combinación la de Ana Rossetti en este poema donde las flores son símbolo inequívoco de la expresión del deseo sexual y la voz femenina invierte el discurso amoroso petrarquista. La mujer deja de ser el objeto pasivo de deseo y se convierte en sujeto que derrocha sensualidad, que rinde culto a la belleza del varón y expresa el deseo erótico. La poeta conjuga la delicadeza de las flores con la dureza de un “mármol Travertino”, con los “redondos capiteles”, motivos estos que remiten a un mundo clásico y que se entremezclan con unos contemporáneos Calvin Klein de suave “flor de algodonero”.
Ahora les invito a a recrearse en la sensualidad de unos óleos con motivos florales de la pintora Georgia O' Keeffe , Canna roja, Petunia y Coleus, y especialmente Calla Lillies (Azucenas). Y después contemplen de nuevo el cuadro de Dalí y verán que reúne los Calvin Klein de los versos de Ana Rossetti y una de las blancas azucenas de G. O' Keeffe.



"La mayor parte de la gente de las ciudades va corriendo de un lado para otro, no tiene tiempo para mirar una flor. Quiero que la vean tanto si lo desean como si no". Georgia O ' Keeffe (2)
Y ya que estamos en primavera y ante un largo fin de semana, sugiero que en ese paseo que den o en ese viaje que hagan no pierdan la oportunidad de deleitarse con la sensualidad de las flores y plantas. Combinen azahar, cerezo, lirios, acacias, rosas, margaritas… con el frescor y la fragancia del mirto, la hierbabuena, la lavanda… o con una sencilla hiedra... En lo más íntimo de nuestro ser no dejamos de ser plantas trepadoras que lanzamos nuestros zarcillos para enredarnos, entrelazarnos, abrazarnos, anudarnos…




"La mayor parte de la gente de las ciudades va corriendo de un lado para otro, no tiene tiempo para mirar una flor. Quiero que la vean tanto si lo desean como si no". Georgia O ' Keeffe (2)
Y ya que estamos en primavera y ante un largo fin de semana, sugiero que en ese paseo que den o en ese viaje que hagan no pierdan la oportunidad de deleitarse con la sensualidad de las flores y plantas. Combinen azahar, cerezo, lirios, acacias, rosas, margaritas… con el frescor y la fragancia del mirto, la hierbabuena, la lavanda… o con una sencilla hiedra... En lo más íntimo de nuestro ser no dejamos de ser plantas trepadoras que lanzamos nuestros zarcillos para enredarnos, entrelazarnos, abrazarnos, anudarnos…
(1) El poema Calvin Klein, underdrawers pertenece a Los devaneos de Erato, incluido en La Ordenación: retrospectiva (1984-2004), editorial Fundación José Manuel Lara.
(2)Georgia O'Keeffe (1887, Wisconsin-1986, Nuevo México)

Es sobre todo conocida por sus cuadros casi abstractos basados en ampliaciones de plantas y flores, obras de gran elegancia y vitalidad, cuyas formas sensuales están llenas de sugerencias sexuales. El reconocimiento de la obra de pintora debe mucho al fotógrafo Alfred Stieglitz con quien mantuvo una relación desde 1918 hasta 1946. Admirador profundo de su pintura, posibilitó las primeras exposiciones de la obra de la artista. Stieglitz realizó numerosas fotografías de Georgia en las que establece una relación dual entre el cuerpo de ella y su obra. Retrató sobre todo sus manos ante los lienzos y naturalizó su cuerpo, su torso, identificándolo a menudo con las flores abiertas de sus pinturas. ( La fotografía de la derecha pertenece a Stieglitz)
O’ keeffe creó un estilo pictórico que raras veces sobrepasó el ámbito de la abstracción, en el que cada pincelada o trazo físico era suprimido en la superficie. El contraste y el trazo preciso dominaban especialmente en sus composiciones de motivos florales. Utilizó efectos fotográficos como puntos de reflejo en la cegadora luz del fondo.
Pintó sus primeros cuadros de flores de gran formato en 1924, los primeros paisajes urbanos de Nueva York en 1926 y, tras una larga estancia en Nuevo México en 1929, ejecutó la primera de sus pinturas de huesos en 1931. Tras la muerte de Stieglitz, acaecida en 1946, O'Keeffe se instaló definitivamente en Abiquiu, Nuevo México