11 de enero de 2011

Norberto Nucagorda y CIA


En efecto, al entrar en la ciudad -[La Ciudad de la Cultura]- lo primero que se enseña es una sala con una enorme pantalla digital en la que Eisenman habla sin parar en inglés de su obra […] Allí se explica que Eisenman, un teórico, sostiene que sus edificios no deben servir para nada, son contenedores y, por eso, las personas que los utilicen deben estar a disgusto, deben adaptarse a la forma pura del edificio.
(Contemplando a Eisenman, J. C. Bermejo Carrera)

Nada tan placentero como abandonarse al hechizo de una ciudad donde las piedras hablan. Pasear sus calles medievales, admirar su catedral y contemplar o baile da lúa en la Praza da Quintana, tomar los vinos por las viejas rúas, saborear un café en el íntimo jardin del Costavella, disfrutar de la música en la Casa das Crechas o en la Sala Nasa, entrar en los museos y pequeñas salas de exposiciones, caminar bajo la lluvia miudiña por el Parque de San Domingos de Bonaval... Nada como el deambular gozoso por Santiago de Compostela, nada como vivir la ciudad, una ciudad que lo integra todo, arte, historia, parques, tiendas, teatros, cafés… Por eso nunca fui partidaria del pretencioso mausoleo, Cidade da Cultura, que un presidente megalómano quiso regalarnos para la posteridad. La noticia de su inauguración se recogía discretamente ayer en la prensa gallega. De lo leído, llama mi atención el artículo en La Voz de Galicia Contemplando a Eisenman, de José Carlos Bermejo Barrera, una reflexión sobre la petulante filosofía de un arquitecto y el papanatismo de ciertos políticos (pinchen en el enlace si quieren leerlo). Les diré que se me puso cara de pánfila ante las desconcertantes teorías vertidas por el reconocido y polémico arquitecto. Me pregunté si acaso creatividad e imaginación están reñidas con humanismo y sentido común, si las macroconstrucciones de alto diseño son para presumir y mostrar a la plebe la grandeza de endiosados creadores y altivos mandatarios, y sobre todo me pregunto quién resarce a los ciudadanos de su dinero, los 400 millones de euros invertidos en una Ciudad de la Cultura integrada por edificios que no han sido pensados para el disfrute de las personas, porque estas “deben estar a disgusto y adaptarse a la forma pura del edificio” (Eisenman dixit). Es triste pensar que no existe diferencia entre la codicia especulativa de analfabetos constructores que cementan verticalmente costas y villas -porque a una “ciudad importante se la reconoce por la altura de sus edificios”- y la egolatría de un arquitecto despota ilustrado, aunque más responsables son los necios gobernantes que permiten atropellos con sus obtusas políticas o inadmisibles dispendios por sus sueños de grandeza. Se me ocurre que para curar la soberbia y vanidad de ciertos personajes tendrían que erigirse en monumentos de sí mismos, como el rinoceronte del cuento de Michael Ende, Norberto Nucagorda, que, cansado de mantenerse sobre un pedestal y harto de hambre y frío, consigue escurrir su cuerpecillo de la coraza que lo recubre, y cuando contempla el imponente cascarón que le había pertenecido huye despavorido.

6 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

muy logrado el escrito ...y muy cierto ..

virgi dijo...

Obras de esas hay por todas partes. Aquí se pegaron el gran rollo de Calatrava con el auditorio. Mucho aplauso y es una copia (en bastante parte) del de Sidney. Luego entras, con la ilusión de estar cómodamente sentada ante un programa de música clásica, teatro... y tienes que levantarte para que entren o salgan los de tu fila.
Y así unas cuantas cosas más. Y no veas lo que costó acabarlo.
Ya había leído varias críticas sobre la Ciudad de la Cultura y ahora he recordado que ese arquiteco es el que hizo el monumento a las víctimas del holocausto en Berlín ( a mí me impresionó mucho)
Bueno, creo que me pasé de largo.
Besos besos

El peletero dijo...

Apreciada Shandy, tus preguntas me hacen sonreír porque el papanatismo siempre tiene predicamento, sobre todo, entre los papanatas. Supongo que ya sabrás que existe a tal efecto una Internacional destinada a promoverlos, a ellos y a sus papanatas ideas.

Mi querido Quim Monzó ha popularizado el término “Internacional Papanatas”, la IP, que en su día denominó y señaló Jordi Barbeta.

Te paso algunos enlaces:

http://www.elboomeran.com/obra/512/esplendor-y-gloria-de-la-internacional-papanatas/

http://www.lavanguardia.es/cultura/noticias/20100303/53896560292/monzo-carga-contra-la-crisis-de-la-cultura-del-esfuerzo-en-su-ultima-compilacion-de-articulos-de-la-.html


http://www.lavanguardia.es/politica/noticias/20100307/53897312762/papanatas-iraq-jose-maria-aznar-estados-unidos-george-bush-quim-monzo-afganistan-josep-cuni-boadella.html

Saludos.

mateosantamarta dijo...

Es lógico que políticos engreídos y corruptos busquen personajes "supercultos" que nos agredan y acojonen ¿no se trata de eso?. Un abrazo.

gaia07 dijo...

Por eso aún no he recorrido toda la Ciudad de las Ciencias de aquí. Solo tres edificios “mamotréticos” e impersonales en los que han concentrado música, teatro y cine, me han hecho visitarla, por unas horas transitas por un paisaje lunar en el que las personas somos puntos móviles que van y vienen como en un comecocos gigante.

Estos personajes son tristes copias repetidas de aquellos que sobresalieron en la culminación de un tiempo, estableciendo cimas culturales egocéntricas y deconstruyendo el respeto hacia todo lo que no pueden dominar. Atisbos de locura que ya hemos conocido y que sería lamentable no cortarlos antes de que solo sea posible utilizar la fuerza, hoy estamos muy preparados para guerras y nada instruidos para la paz.

Y desde luego la respuesta es no, “creatividad e imaginación no están reñidas con humanismo y sentido común”, hay muestras más que suficientes de ellas, el artículo que nos enlazas y tu propio criterio lo avalan.

He disfrutado enormemente con tu paseo por Santiago de Compostela.
Un beso

Alfredo J Ramos dijo...

Santiago es la ciudad (la urbe, el burgo) por antonomasia, y a mi juicio (quizás sólo con Toledo y Granada en disputa), la más hermosa de España, sin duda la que con mayor pureza ha conservado su daimon tutelar..., sea este Boanerges, Prisciliano, Mateo, Xelmírez o Calquer Xil... Disparates tardoposmodernistas o meramente basurarios como, al parecer, es este deberían estar penados con moitos anos de cadea. Ya sólo la foto con que ilustras tus palabras resulta estremecedora (o por decirlo con mayor exactitud: arrepía).